Oh hermoso París, no solo eres impresionante, tu elegancia te destaca de las demás ciudades. Eres algo que nadie imagina hasta que te visita.
Impresionantes edificios y estructuras, pero lo más impresionante es como al estar sentado frente a la Torre Eiffel pueden pasar tus adorados ratones simulando ser un gato callejero.
Oh si ratones, que compartirán contigo una agradable noche de luces y y si tienes comida cerca no dudes en que estarán al acecho de ella.
Pero no podemos dejar de presumir lo majestuoso que es recorrer tus caminos, por que eres una ciudad llena de historia para toda la humanidad.